Cometer el crimen perfecto parece algo propio de una película de ficción. Conseguir el objetivo, sin ser pillado y sin dejar pruebas, parece casi imposible, pero en el Condado de Orange, EEUU, alguien ha conseguido hacerse con un gran botín sin que nadie descubra su identidad. Aunque, lo más llamativo no ha sido el robo, sino el método.
La persona, por el momento desconocida, atracó un restaurante en la Disney Springs, la zona de tiendas y restauración de Disney World, y se llevó entre 10.000 y 20.000 dólares en una noche. Sin embargo, ni se trataba de un local cualquiera ni la persona era un ladrón al uso. Y es que, el Paddlefish es un bar con forma de barco de vapor situado en un lago, por lo que el criminal hizo sus fechorías vestido con un traje de buceo.
"Un hombre desconocido entró