La ubicación geográfica de México lo coloca dentro de una de las regiones sísmicas más activas del mundo; sin embargo, ¿qué tan expuesto está el Estado Grande?

Un desastre natural puede ser una de las peores experiencias humanas, algo que recuerda lo indefensos que estamos ante la madre naturaleza y lo frágil que puede resultar la vida cotidiana frente a su fuerza. No importa cuánto avance la ciencia o la tecnología: cuando la tierra tiembla, el agua se desborda o el viento arrasa, lo único que queda es la capacidad de prepararse, resistir y reconstruir.

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Aunque en el norte del país los sismos no suelen figurar entre las principales amenazas naturales, la República Mexicana se encuentra dentro de una de las regiones sísmicamente más activ

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