El nivel del equipo fue muy bajo, sobre todo en la primera parte, y tendrá que revertir el 2-1 en contra la semana que viene en San Pablo.
El compromiso de River ante Palmeiras de Brasil, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, era anunciado como el anticipo de una final. El riesgo mayor era para River, principalmente por el presente de los brasileños: finalizaron como los mejores de la fase de grupos.
El técnico de River, Marcelo Gallardo, tal vez tuvo en cuenta ese nivel de los paulistas, y decidió presentar una línea de cinco defensores, distribuidos con tres centrales más atrasados, y los laterales ubicados unos metros más adelante.
Lo curioso es que la estrategia no fue beneficiosa. Los espacios que había entre ambas rectas era notorio, y Palmeiras aprovechó para emp