Un salón cargado de historia, cortinajes pesados y destellos de cristal: al mediodía en el Palace, Alejandro Gómez Palomo escenificó el rito de paso de su firma destacándose en el arranque ayer de la Semana de la Moda de Madrid. Fue un desfile íntimo, aunque repleto de rostros conocidos, que marcó a la vez un regreso y un comienzo: el diseñador abandona el taller de Posadas (Córdoba), donde nació la marca, y Nueva York, donde ha presentado sus últimas colecciones, para desfilar e instalarse en Madrid. “Pierdo espacio y tranquilidad, pero ganamos cercanía con la industria y la cultura. A mi equipo joven le hacía falta esa conexión constante”, explicaba antes del show. “Era el momento perfecto para inaugurar nuestra sede y celebrar la mudanza como un gesto de independencia”, apuntó. La coinc
Palomo elige Madrid para crecer y consolidarse

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