“Le apostó al morado” fue mi primer pensamiento sabedor que desde el color comienza el mensaje. Así lo publiqué de inmediato en mi cuenta de X: “La presidenta ha elegido para la ceremonia de El Grito un vestido con el color asociado a la defensa de los derechos de las mujeres”
En la democracia como en la moda no se les puede dar gusto a todos. Lo que para unos es una estupidez tras una elección, para otros es lo que eligió de manera voluntaria la mayoría.
En el segundo escenario, el de la industria del vestido, lo que para unos es el pésimo gusto de un diseñador, para otros es una obra de arte cosida en tela.
De la confrontación, entre contrarios, han hecho interesantes campañas de publicidad “gratuita” algunas de las casas de moda más importantes a nivel internacional.
Todos los asid