Afirmé en la Omnia anterior que suprimir los organismos públicos locales (OPLes), que organizan las elecciones de los estados, no necesariamente permitiría un ahorro presupuestal.
Lo que sí necesariamente aumentaría es el presupuesto del Instituto Nacional Electoral, el cual tendría que absorber las importantes tareas encomendadas actualmente a los OPLes y contratar al personal necesario para ello, rubros que actualmente son sufragados por los gobiernos estatales, igual que los diferentes insumos para los comicios.
¿Aceptarían los gobiernos estatales solventar una parte del presupuesto del INE?, ¿cómo se haría para separar los gastos inherentes a los comicios federales y a los estatales?
Ciertamente, en la actualidad los ejecutivos estatales pagan los gastos de los OPLes, pero la delimi