Olvidar por qué se entra en una habitación, perder el hilo de una conversación o sentir que las tareas simples cuestan el doble son avisos de una niebla mental que, lejos de ser una enfermedad, es una señal de fatiga cerebral . El psiquiatra Tharaka Gunarathne explica en la BBC que el fenómeno se combate con un ajuste tan básico como insertar descansos breves entre actividades: “Programa breves descansos para reducir la niebla mental” , resume el especialista, quien advierte que encadenar reuniones y recados sin pausa impide al cerebro procesar lo anterior y preparar lo siguiente.

La multitarea continua , el estrés sostenido y las jornadas sin respiro sobrecargan la capacidad cognitiva y generan lentitud, lapsos de memoria y falta de concentración. Aunque la men

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