Piensa en un complejo tan extenso que podría confundirse con una ciudad industrial, donde cada metro cuadrado está pensado para que la inteligencia artificial no se detenga ni un instante. Así se configura el nuevo campus de Microsoft en Wisconsin (Estados Unidos). La meta que anuncian es abrumadora : rendir diez veces más que el superordenador más rápido del momento, un mensaje con el que quieren dejar claro que la batalla por la IA se juega en la escala del cómputo.
Un centro de datos de este tipo no se parece al de una nube tradicional donde se alojan correos o páginas web. Está concebido para entrenar y ejecutar modelos de IA de gran escala, como los que impulsan aplicaciones como ChatGPT o Copilot . De acuerdo con la compañía estadounidense, el proyecto se materializará a com