Los BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— se consolidan como un bloque emergente que concentra cerca del 40% de la población mundial y más del 25% del PIB global. Su expansión reciente, con la incorporación de Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, confirma la apuesta por un orden multipolar que reduzca la histórica influencia de Estados Unidos y Europa.

En Iberoamérica, la presencia de los BRICS abre oportunidades económicas y financieras, pero también plantea interrogantes de carácter constitucional. El primero será la soberanía: la adhesión a iniciativas como el Nuevo Banco de Desarrollo puede diversificar fuentes de financiamiento, aunque también generar nuevas dependencias externas.

El segundo aspecto es el equilibrio de poderes. La Constitución im

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