Si hay un asunto que aleja a Alemania de España, al Gobierno de Pedro Sánchez y al del canciller alemán Friedrich Merz, es la posición sobre la guerra de Israel contra Hamás en Gaza . El presidente español lo califica de genocidio y lidera las medidas en Europa de presión al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que detenga la matanza de palestinos (al menos 65.000, en su mayor parte civiles). Berlín, aunque ha ido matizando su posición, sigue siendo el mejor aliado de Tel Aviv en la UE.
Merz ha rechazado la calificación de genocidio, aunque reconoce que está de acuerdo con Sánchez en la desproporción del sufrimiento gazatí. Al contrario que España, no se plantea todavía el reconocimiento del Estado palestino.
"No es un secreto que habrá divergencias, que tiene que ve