El Parken Stadion de Dinamarca fue escenario de un partido vibrante, de esos que parecen escritos para la Champions . El Copenhague estuvo a segundos de tumbarse al Bayer Leverkusen, pero terminó con un empate 2-2 que dejó un sabor agridulce. En medio de todo, el peruano Marcos López fue una de las figuras del cuadro local.

El lateral arrancó de titular y no se movió de la cancha en los 90 minutos. Mostró despliegue, marca y decisión para sumarse al ataque. Su nombre terminó asociado a la jugada más importante de los daneses: el gol de Robert, que llegó tras un cambio de frente suyo.

La primera alegría llegó temprano, a los 9 minutos, con Jordan Larsson apareciendo para abrir el marcador y poner de pie a todo el estadio. Desde ese momento, el Copenhague jugó con orden y velocidad,

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