El mejor ministro de la historia, según la celebración del presidente Javier Milei , abrió la puerta que nunca tenía que tocar si quería evitar el colapso de las cotizaciones de acciones y títulos públicos. Luis Caputo , el mismo que antes había provocado, con la que será una histórica frase que recordará este período liberal-libertario, “Comprá, campeón”, empezó a vender muchos dólares del Fondo Monetario Internacional a través del Banco Central.

El primer día entregó 53 millones de dólares y al segundo día, 379 millones de dólares. Esta velocidad de pérdida de reservas, que estaban destinadas al pago de los vencimientos de capital e intereses de la deuda pública, no frena la presión cambiaria, sino que, por el contrario, la acelera.

No es un misterio que cuando Caputo abriera l

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