El que cuenta las sílabas Gabriel Albiac
Revestido de cadáveres
Podríamos decir que usar como pantalla a quienes mueren en la atroz guerra que a Hamás encomendara un dios sombrío, es algo demasiado obsceno. Pero no hay obscenidad ante la cual se detenga un político moderno. Y menos que ninguno, Pedro Sánchez. Es el arte de enmascarar robo bajo cadáveres. O sea, la política
Quizá porque escribía sólo para sí mismo. Y porque hubiera preferido destruir cada uno de esos recortes de papel sobre los que apuntalaba una memoria que la enfermedad horadaba; quizá por eso y porque nunca aceptó ver editado lo que le era demasiado íntimo para ser compartido con nadie, las fórmulas escuetas de Blaise Pascal poseen el fulgor de relámpago que la lectura de ningún otro pensador moderno impone. Nos con