En los Estados Unidos está en disputa la libertad de expresión, que es igual a decir que peligra la columna vertebral de su democracia. El énfasis de la afirmación no es caprichoso ni exagerado.

La libertad de expresión es constitutiva del sistema, y cualquier intento de limitarla irradia de inmediato y peligrosamente al resto del mundo.

La cancelación del show nocturno televisivo de Jimmy Kimmel en la cadena ABC marca un punto de inflexión en ese recorrido.

Kimmel fue la última víctima.

Conductor hasta esta semana de su propio ciclo en uno de los formatos más seguidos por los norteamericanos ( late-nigth show ), sus comentarios sobre las reacciones al asesinato del activista de derecha Charlie Kirk lo ubicaron como blanco de la administración Trump, y provocaron la reacción del pr

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