Un chiquillo autista fue hallado muerto en una laguna, despedazado por caimanes, y lo peor es que su propia madre está acusada de haber permitido esa tragedia
mare. Resulta que una doñita llamada Hilda Vásquez, de 34 años, está metida en tremendo lío con la justicia gringa porque, según las autoridades, dejó que su propio hijo de 12 años, Bryan, fuera atacado hasta la muerte por caimanes en una laguna cerca de su casa.
Todo arrancó el 14 de agosto, cuando el chamaco, que además era autista y no hablaba, salió por la ventana de su cuarto en plena madrugada. Varias cámaras lo captaron rondando por una laguna, y desde ahí no se le volvió a ver con vida.
Lo más fuerte, sobrinos, es que su mami no reportó su desaparición hasta varias horas después, ya como a las 10 de la mañana. La búsqueda