Hace dos años y medio, Pablo Lemus, entonces alcalde de Guadalajara, inauguró el Paseo Tejido Wixárika, en Paseo Alcalde, entre Manuel Acuña y Juan Álvarez. Eran Ojos de Dios tejidos, según el arte y la cosmovisión wixárika.
La obra muy vistosa, se convirtió en un sitio que atraía a turistas y era escenario para tomar selfies y fotografías. El paseo tuvo un costo de dos millones y medio de pesos.
Sin embargo, ante la falta de mantenimiento, el lugar se fue deteriorando y hace unos días, de plano el Ayuntamiento de Guadalajara retiró lo poco que quedaba, incluidas las siete estructuras de madera en donde se instaló el arte de la etnia wxaritari de la región Norte de Jalisco.
En ese contexto, y antes de saber que el Paseo Tejido Wixárika sería retirado por la autoridad municipal, la diput