El Hospital General de Sahuayo, Michoacán, adscrito al programa IMSS Bienestar, parece estar en terapia intensiva, pues se ha convertido en un símbolo del abandono y las carencias que enfrenta el sistema de salud pública en México. Lejos de ser un espacio para sanar, pacientes y personal médico describen sus instalaciones como un foco de infección y riesgos sanitarios.
Imágenes difundidas muestran techos caídos en el área de ginecología, a escasos centímetros de las camas de pacientes, baños en estado deplorable, drenajes colapsados y mosquiteros sostenidos apenas con cinta adhesiva. La falta de limpieza ha agravado la situación, convirtiendo al hospital en un entorno propicio para la propagación de enfermedades.
Testimonios que retratan la crisis de salud en el país
El personal médico