La batalla diaria contra la contaminación y la radiación solar ha encontrado en la un aliado clave en cosmética . Lejos de ser un mero paso intermedio, el tónico facial enriquecido con este activo se ha convertido en un escudo protector indispensable en la rutina de cuidado de la piel. Su función principal es preparar el rostro para los tratamientos posteriores, pero su verdadero valor reside en su capacidad para iluminar, unificar el tono y defender la piel de las agresiones externas que aceleran su envejecimiento.

De hecho, la potencia de la vitamina C radica en su naturaleza antioxidante, que neutraliza los radicales libres generados por factores ambientales. Gracias a esta acción, no solo combate la aparición de manchas y la falta de luminosidad, sino que también previene el daño o

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