
La Audiencia Nacional ha dejado en libertad a Firass Taghi , un peligroso narcotraficante vinculado a la Mocro Maffia , por un error judicial. Taghi debía ser extraditado a Países Bajos donde le esperan graves cargos por tráfico de drogas a gran escala.
La decisión de extraditar a Taghi se convirtió en firme el pasado 7 de agosto, estableciendo un plazo improrrogable de diez días para materializar la entrega. Sin embargo, no se hizo y, en el ínterin, el 3 de septiembre, el titular del Juzgado Central de Instrucción Nº5, Santiago Pedraz , decidió mantener la medida de prisión acordada para garantizar la entrega de Taghi.
El primer error se produjo cuando, transcurrido el plazo legal para la extradición, Pedraz decidió el 3 de septiembre mantener la prisión de Taghi mediante una simple providencia, cuando la ley exige que este tipo de decisiones se tomen mediante auto judicial. Un fallo de forma que la defensa no dudó en explotar.
Pero el error más grave fue el incumplimiento flagrante de los plazos legales . La normativa europea es cristalina: la entrega debe hacerse efectiva «siempre dentro de los diez días siguientes a la decisión judicial de entrega». Si no es posible, las autoridades deben acordar inmediatamente una nueva fecha dentro de otros diez días.
«Si por causas ajenas al control de alguno de los estados de emisión o de ejecución no pudiera verificarse en este plazo, las autoridades judiciales implicadas se pondrán en contacto inmediatamente para fijar una nueva fecha, dentro de un nuevo plazo de diez días desde la fecha inicialmente fijada», añade la ley.
La Mocro Maffia , una de las organizaciones criminales más peligrosas de Europa, especializada en el tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia los puertos europeos, puede celebrar este nuevo revés a la justicia internacional. Con tentáculos que se extienden desde Marruecos hasta los Países Bajos, pasando por España, esta red criminal ha convertido puertos como el de Amberes y Rotterdam en auténticas autopistas de la droga.