Millones de venezolanos han emigrado por diversas vías, enfrentando peligros que han resultado en la desaparición de cientos de personas, un eco doloroso para sus familias. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó 1.383 muertes y desapariciones en el Caribe entre 2014 y 2022, con 321 solo en 2022, incluyendo al menos a 25 venezolanos.

Esta tendencia alarmante de muertes en rutas marítimas en las Américas no ha cesado. Ante la creciente “penalización” de la migración, es crucial alzar la voz por quienes buscaban un futuro mejor y desaparecieron en el intento.

Desde 2022, Estados Unidos se ha convertido en un destino principal para los migrantes venezolanos, que a menudo evitan el peligroso Tapón del Darién optando por rutas marítimas «VIP» vendidas por traficantes

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