El estudio de América parecía flotar en esa atmósfera conocida de complicidad y rutina, hasta que Sabrina Rojas pronunció una frase filosa que dividió la charla y dejó una huella en la noche televisiva . Bastó el timbre de sus palabras para cortar el aire y encender una chispa en ese rincón donde la televisión se confiesa y se delata. ¿Quién anticipó que, en medio de una anécdota romántica, estallaría un dardo envenenado directo a Griselda Siciliani ?
La historia, claro, comenzó mucho antes. Rojas, con la sinceridad convertida en hábito, arrastra una herida abierta con la actriz , actual pareja de su ex, Luciano Castro, el padre de sus hijos Fausto y Esmeralda.
Meses atrás, Rojas no titubeó: “ Cuando yo estaba embarazada, ella mensaje, mensaje, mensaje... entonces bueno, d