En el Memorial del 85, en Tlatelolco , los asistentes guardaron un minuto de silencio por las miles de víctimas del terremoto de 1985. Entre quienes tomaron el micrófono para recordar, Claudia Parga Juárez llevó la voz de una herida que el tiempo no ha cerrado.
“ Ese día fatídico nosotros vivíamos en el ala C, del doceavo piso del edificio Nuevo León. Yo tenía nueve años, ahorita tengo cuarenta y nueve ”, relató frente a sobrevivientes, rescatistas y familias reunidas a cuatro décadas del sismo.
Una mañana que cambió el destino
Claudia recordó que aquel 19 de septiembre no tenía clases en la escuela Nicolás Rangel. Por eso acompañó a su madre a dejar a su hermana mayor a la secundaria. Esa decisión le salvó la vida.
“ Nos fuimos a dejar a mi hermana, la mayor, a la secundari