El presidente Donald Trump firmó este viernes una proclamación presidencial que exige a las empresas estadounidenses pagar 100.000 dólares por cada trabajador extranjero que busquen contratar bajo el programa de visas H-1B. La medida, presentada como parte de la ofensiva más amplia contra la inmigración, llega en un momento en que el Gobierno intensifica redadas y deportaciones masivas en varias ciudades del país.

La decisión representa una victoria para los sectores más duros del Capitolio en materia migratoria, pero amenaza con encender una confrontación con el poderoso sector tecnológico, históricamente dependiente de estas visas para atraer talento altamente cualificado desde el extranjero. Amazon, Microsoft, Google y otras firmas han advertido en ocasiones anteriores que sin es

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