El consumo de alcohol en México no sólo representa un problema de salud pública, sino también un fuerte impacto económico. Según especialistas, el costo total de los efectos relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas asciende al 2.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a aproximadamente 552 mil millones de pesos anuales. En contraste, la recaudación fiscal de esta industria apenas representa el 0.2 por ciento del PIB .
Este desequilibrio ha llevado a organizaciones y expertos en salud a exigir que los productos alcohólicos sean incluidos en el paquete de “impuestos saludables” propuesto para 2026, junto con tabaco y bebidas azucaradas. La petición busca reducir el consumo de alcohol mediante un aumento en los impuestos, al tiempo que se incrementa l