*Mtro. Salvador López Santiago

El 19 de septiembre es un recordatorio permanente de la fragilidad que puede tener la vida, pero al mismo tiempo, es testimonio de la grandeza y fortaleza que puede tener el pueblo mexicano cuando está unido. En términos coloquiales, lo acontecido en 1985 y en 2017, son reflejo de la esencia de las y los mexicanos, la cual se podría resumir en el siguiente mantra: un mexicano no abandona a otro mexicano.

Evidentemente no me tocó vivir el primer terremoto, pero en el segundo, me siguen impresionando dos cuestiones. La primera es como hay “gente” que ni siquiera en la tragedia es capaz de solidarizarse y no conforme con ello, lejos de ayudar, buscan el beneficio en medio del dolor, por un mencionar un par de casos, tenemos la rapiña que se dio y los casos en

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