
Una periodista intenta preguntar a Donald Trump por sus planes para el despliegue militar y policial en Memphis. Y, por lo que sea, al presidente de EEUU le molesta: “¿Cuándo vas a callarte? Eres realmente desagradable”.
“No soy desagradable”, responde la periodista en la ronda de preguntas en el Despacho Oval mientras Trump firma un decreto para vender visados millonarios del mundo, “sólo intento preguntarle: ¿cuáles son sus planes para Memphis? No soy desagradable”,
“Sí eres muy desagradable, y hablarás cuando te lo diga”, zanja el presidente de EEUU.
A continuación, el corresponsal de la ABC en la Casa Blanca, Jonathan Karl, le pregunta si es compatible su discurso de defender la libertad de expresión con las amenazas contra los medios que se están viviendo estos días en EEUU.
Y, ahí, Trump estalla: “Nunca ha habido una persona con más publicidad injusta que yo, y por eso tu cadena me pagó 16 millones de dólares, y por eso CBS también me pagó mucho dinero, y por eso demandé al New York Times hace dos días por mucho dinero. Y la razón por la que estoy ganando [en realidad los acuerdos con ABC y CBS fueron extrajudiciales, y en el caso del NYT, el juez ha tumbado la demanda este jueves] es porque sois culpables, John, sois culpables, la ABC es una cadena terrible, muy injusta, y deberías avergonzarte. NBC es igual de mala. No sé cuál es peor. Y sabes, para que te pongas ahí, actúes de forma inocente y me hagas una pregunta así... Mira, pagasteis un alto precio por ser deshonestos. La razón por la que gané esa demanda fue porque fuisteis deshonestos Así que no puedes quedarte ahí como si fueras una persona maravillosa, y no lo eres. Eres un periodista terrible. Lo sabes, y yo también”.
Jonathan Karl fue uno de los periodistas a los que abroncó Trump a principio de semana, antes de viajar a Reino Unido. Karl le preguntó a Trump: “¿Qué le hace pensar que Pam Bondi [la fiscal general] va a perseguir el discurso de odio? Muchos de sus colaboradores dicen que el discurso de odio es libertad de expresión”.
Y Trump contestó: “Probablemente, persigamos a gente como tú porque me tratas muy injustamente y tienes mucho odio en tu corazón”.
Fue el mismo día en que Trump cargó contra el periodista australiano John Lyons, quien le preguntó por sus negocios. “En general, aparte de lo que hacen mis hijos, que dirigen mi negocio, la mayoría de los contratos los hice antes. Y eso es lo que he hecho toda mi vida, he construido edificios, como el que estoy pagando para el nuevo salón de la Casa Blanca. Estoy pagando por ello, creo que costará 250 millones de dólares y será el mejor”.
El periodista insiste: ¿Un presidente en el cargo debería estar involucrado en tanta actividad empresarial? Y Trump empieza a mostrar enfado: “Mis hijos dirigen el negocio. Estoy aquí”. Y estalla: “De dónde eres?”, y el reportero contesta: “Soy de la Australian Broadcasting Corporation”.
A lo que Trump replica: “Estás perjudicando a Australia, Estás perjudicando mucho a Australia ahora mismo, y quieren llevarse bien conmigo. ¿Sabes que tu líder vendrá a verme muy pronto? Les voy a hablar de ti, de tu tono”.
El presidente de EEUU se lleva el dedo índice a la boca y le espeta: “¡Cállate!” A continuación, da la palabra a otro periodista que le pregunta por Israel.