Durante más de una década, Apple se mantuvo fiel a una convicción de Steve Jobs: los computadores portátiles no debían tener pantallas táctiles .
El cofundador de la compañía defendía la pureza de la experiencia basada en el teclado y el trackpad y consideraba que llevar el toque directo a un portátil era una propuesta incómoda y poco práctica, irrespetando la ergonomía.
Actualmente, todo parece indicar que la firma californiana está lista para desafiar la postura de su fundador , apostando por un cambio que podría redefinir la manera en que se usan sus equipos.
En 2010, durante la conferencia Back to the Mac , Jobs fue tajante: “Hicimos montones de pruebas de usuario, y es terminantemente cierto que una superficie táctil vertical no funciona”.
Su argumento era simple: mantener