Gil Marie López ha aprendido que la palabra “balance” no significa perfección. Significa aceptar los retos, las carreras contra el reloj, las desveladas y, a la vez, los abrazos que llegan a tiempo. Para la presentadora, actriz y comunicadora, ese balance se ha convertido en un arte que combina su pasión por la televisión con la misión más importante de su vida: ser mamá de Lorena, su hija mayor, y de las gemelas Fernanda y Catalina.
“La gente piensa que el balance es perfección. Ya desde ahí están muy equivocados. El balance a mí me ha costado mucho trabajo”, confiesa Gil.
“Amo mi carrera, amo mi lado profesional, no me imagino haciendo otra cosa que no sea lo que hago, pero amo mi familia, amo estar en mi casa, amo ser madre. Entonces, lograr ese balance perfecto de querer tener una ca