Las aguas laten dormidas. Sus ojos morenos pestañean con la pausa propia del coral. Roserona supone una corriente ultramarina, una de aquellas que impulsan la migración de nuevas ideas a mares de pensamiento ignoto. Los nuevos espacios inmersivos d de L'Aquàrium de Barcelona sirven al descubrimiento: un arrecife discreto de gestos suaves en el que la artista se deshace con sinceridad. Criada en una masía, junto a su hermana Juliana Canet, le hipnotiza el mar. Aprecia la belleza en sus reflejos, en los detalles de aquello que no tuvo cerca.

Fue en esos campos de infancia, en los que pudo ser silvestre, donde empezó a componer y sembrar todo un imaginario propio de deleito, evocación y bucolismo. Enriquecido por sus estudios en filología, el léxico emocional de la cantautora creció cómo un

See Full Page