La apicultura, práctica milenaria de la cría y cuidado de abejas para la producción de miel y derivados, está ganando cada vez más protagonismo en Colombia. En un contexto marcado por el cambio climático y la necesidad de alternativas económicas sostenibles, la apicultura se presenta como una actividad esencial para la conservación de la biodiversidad y el fortalecimiento de las comunidades rurales.
De acuerdo con expertos, más del 70% de los cultivos que consumimos dependen directa o indirectamente de la polinización realizada por las abejas. En regiones como Nariño, donde conviven cultivos de café, frutas y hortalizas, la labor de estos insectos no solo asegura la producción agrícola, sino que también impulsa la calidad de los alimentos.
Beneficios principales de la apicultura:
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