La gripe aviar ha infectado a más de 67.000 aves domésticas tras su reaparición a mediados de julio en una granja extremeña, con un sector atento a la incidencia otoñal -época en la que normalmente suele aumentar- y con avicultores haciendo frente a gastos de varios miles de euros.
Desde ese primer foco en Ahillones (Badajoz) en una granja de pavos, las autoridades sanitarias han declarado seis en España que dejan un saldo de 67.000 aves infectadas y unas 44.000 sacrificadas para evitar la propagación de la enfermedad.
Si bien, estas cifras serán actualizadas en los próximos días al alza tras la confirmación ayer mismo de otro foco en una granja de gallinas ponedoras de Olmedo (Valladolid) con un parque de 760.000 aves.
Es el quinto evento que España registra para la gripe aviar de alta