Los técnicos que trabajaban con las pulseras antimaltrato alertaron durante meses al Ministerio de Igualdad de que estas no estaban funcionando correctamente, y el organismo dirigido por Ana Redondo no resolvió las incidencias. Esta es la conclusión que se extrae de un correo enviado por un extrabajador de Cometa, sistema encargado de la monitorización de las personas que llevan estos dispositivos, que fue despedido el pasado 16 de junio por la empresa Securitas, y al que ha tenido acceso el diario 'El País'.

En un fragmento del correo electrónico que uno de los técnicos le remitió el pasado 26 de mayo a la subdirectora general de Coordinación Institucional en Violencia contra las Mujeres en la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, Zulema Altamirano, y que ha publicado el

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