Aprender inglés ya no se limita a manuales interminables ni a clases aburridas. Hoy, con un control remoto en la mano, uno puede meterse en diálogos reales, acentos distintos y expresiones que después aparecen naturalmente en la vida cotidiana. Netflix se convirtió en un aliado inesperado: la excusa perfecta para maratonear y, al mismo tiempo, entrenar el oído.

No se trata solo de divertirse: al engancharse con tramas atrapantes y escuchar a los personajes en su idioma original, el aprendizaje se vuelve más ágil y orgánico. Diálogos simples, discursos políticos, dramas médicos o frases llenas de sarcasmo: todo se convierte en material de práctica.

Un estudio de Preply, la plataforma de aprendizaje de idiomas en línea, confirma que ver series potencia la escucha activa y la absorción de

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