Por: Naz Deravian
En la gastronomía iraní, el aroma embriagador del azafrán dulce mezclado con el cálido aroma a nueces de un arroz al vapor perfecto es un llamado ancestral a la mesa. A pesar de que se conoce por ser la especia más cara del mundo, el azafrán está por doquier en la gastronomía persa e inyecta alma a una gran cantidad de platillos.
Los antiguos persas, además de otras civilizaciones, atesoraban el azafrán por sus propiedades curativas, para mejorar el estado de ánimo y, más tarde, culinarias. Desde entonces, el azafrán ha dejado su huella gastronómica en todo el mundo.
La cosecha del azafrán es muy laboriosa, de ahí su costo tan elevado. El azafrán procede de la planta crocus sativus, la cual produce dos flores, cada una de ellas con tres estigmas (hilos de azafrán).