Comprar un auto usado en Estados Unidos se ha convertido en una alternativa frecuente para quienes buscan ahorrar frente a los altos precios de los vehículos nuevos.
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El promedio en el mercado de segunda mano ya supera los $25,000 dólares , y la inflación, junto con la escasez de unidades nuevas, ha empujado a miles de conductores hacia esta opción.
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Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Algunos modelos, pese a tener marcas reconocidas o un diseño atractivo, terminan costando más de lo que valen debido a su bajo rendimiento, fallas de seguridad o interiores anticuados.
Un estudio de U.S. News recopiló datos de confiabilidad, costos de mantenim