Cuando Boca Juniors anunció en enero de este año la llegada de Ander Herrera , la expectativa fue enorme. El español aterrizó en la Bombonera con un currículum de elite: Athletic Bilbao, Manchester United, PSG, títulos nacionales e internacionales y más de una década de experiencia en la élite europea. Se lo pensó como el refuerzo de jerarquía a coste cero para darle equilibrio y pausa a un mediocampo necesitado de conducción. Sin embargo, nueve meses después, la estadía del volante en la Ribera se explica más desde el parte médico que desde el tiempo jugado.

Los números son claros. Hasta el 20 de septiembre, Herrera disputó apenas 9 partidos de los 26 que Boca jugó en la temporada . En total, acumuló 441 minutos en cancha , lo que da un promedio de 49 minutos por parti

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