El 2025 se presentó como un año complejo para los productores de papa, especialmente en el sudeste bonaerense. Tras un 2024 con resultados positivos, la expansión de la superficie sembrada y la instalación de nuevas plantas industriales alimentaron expectativas que no se cumplieron.
“Lo que falló es que hubo más superficie y un clima favorable que aumentó la producción, pero la industria no pudo concretar las exportaciones esperadas” , explicó el productor Sergio Costantino, en Chacra Agro Continental.
Según detalló Costantino, la falta de un dólar competitivo y la sobreproducción en otros países dejaron a la Argentina fuera de los mercados internacionales. Como consecuencia, gran parte de la papa que debía destinarse a la industria terminó en el mercado interno fresco, generando u