En Colombia, los nombres propios cuentan historias culturales, sociales y hasta económicas. Uno de los casos más representativos es el de Brayan , una variación fonética del tradicional Brian de origen celta, que desde hace más de dos décadas se popularizó en el país y hoy suma más de 165.000 registros en la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Lejos de ser un fenómeno aislado, el auge de este nombre evidencia cómo las dinámicas de la globalización, la influencia de la televisión y la cultura pop moldearon las decisiones de miles de familias colombianas. A partir de los años noventa, Brayan se consolidó como un nombre moderno, “diferente” y con un aire internacional que lo convirtió en una tendencia masiva.
¿Dónde están los Brayan?
Los departamentos con mayor concentración de pers