Los síntomas eran comunes: vómitos, diarreas con riesgo de deshidratación y sarpullidos; y el patrón también repetido: todos los afectados eran chicos, alumnos del Polo Educativo de Mar del Sur , de una escuela primaria, de otra secundaria y de un jardín de infantes que se abastecían de agua tomada de napas contaminadas . Lo más grave es lo que descubrió la Justicia Federal: que las máximas autoridades educativas del distrito lo sabían y lo ocultaron, que falsearon documentos y dejaron que los chicos siguieran bebiendo, enfermándose.
Fueron los padres de esos alumnos quienes lo descubrieron. En realidad, se trató de un doble descubrimiento. El primero, cuando hicieron analizar el agua que salía al abrir las canillas en esas escuelas y recibieron un resultado los dejó pasmados: estaba