Como resultado de actividades de Inspección, Vigilancia y Control (IVC) realizadas por la Secretaría Distrital de Salud y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, se han identificado ciertas prácticas relacionadas con la producción y consumo de alimentos obtenidos a partir del crustáceo procambarus clarki. Por ejemplo, se comercializan bebidas que son ingeridas crudas en forma de jugos ofertados como productos “afrodisiacos” y también algunos restaurantes presentarían estos cangrejos como langosta, lo que podría representar un riesgo para la salud pública.
Y es que el riesgo asociado al procambarus clarki en Colombia, además de tratarse de una especie que no es nativa, radica en la manipulación y consumo del crustáceo, el cual es un potencial reservorio para diversos tipos de bacter