En declaraciones radiales, Javier Milei se refirió al caso del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, con una frase que descolocó por completo por su contenido violento: “Si me hubiese dicho eso, le volaba la cabeza” . La reacción, lejos de asumir el hecho con responsabilidad institucional, repite un patrón: insultar, agredir y desviar.

En lugar de aportar claridad sobre las denuncias por presunta corrupción en el organismo, Milei culpó a Spagnuolo por no denunciar a tiempo, y minimizó todo el escándalo con términos como “chimentos de peluquería” , reduciendo así una posible red de corrupción en un área sensible del Estado a simples rumores entre vecinos. “Cada vez que en mi espacio apareció gente que crea chimentos, los eché”, se jactó, como si

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