Durante la protesta, parte del personal quedó impedido de salir del edificio mientras que la ministra de Salud, Lorena Ross, junto a dos trabajadoras, permanecieron encerradas en una oficina sufriendo agresiones verbales y golpes en la puerta, en un claro acto de intimidación.

Ante los hechos, el secretario de Estado de Trabajo, Javier Aravena, se hizo presente en el Ministerio y expresó su repudio a lo ocurrido. El funcionario señaló que la manifestación tuvo un evidente sesgo político: “Estamos frente a un accionar organizado por sectores identificados con el gobierno anterior, que buscan generar caos y desestabilización en la provincia”.

En la jornada de hoy se conocieron imágenes que confirman esa sospecha: fotografías en las que se observa a algunos de los manifestantes preparando c

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