Está visto que cuando algo se pone de moda no hay cómo pararlo. Solo cabe ser paciente y esperar a que la pesadilla termine. Ya sea que se trate de los pantalones Oxford, los parripollos, la deplorable canción “Dale a tu cuerpo alegría, Macarena” o la renovación del peronismo.
La experiencia nos enseña que, todo lo que alguna vez estuvo de onda, tarde o temprano desaparece.
Hoy la moda es confrontar . No hay adversarios, solo enemigos. No hay diálogo posible, solo agravios. La Patria nunca fue el otro, siempre fui yo.
Mala época para los moderados, los acuerdistas, los sensibles, los ñoños republicanos, los socialdemócratas, los demócratas cristianos y demás mandriles que no tienen otra opción más que cerrar el upite y aguantar hasta que las bestias peludas se vayan extinguiendo, com