En Bogotá se enciende una señal de alerta que pone en entredicho la seguridad de ciertos dispositivos usados para calentar el hogar. Las chimeneas y calefactores que funcionan con bioetanol, combustible que suele venderse como alternativa limpia y decorativa, provocaron en menos de dos años quemaduras graves a 34 personas, de acuerdo con cifras consolidadas por la Personería Distrital con base en reportes del Hospital Simón Bolívar. Uno de esos accidentes terminó en muerte.
Aunque el número parezca modesto frente al total de 3.022 pacientes atendidos por quemaduras en el mismo periodo, su gravedad, y el hecho de que se trate de eventos prevenibles, llevaron a catalogar el problema como un riesgo emergente de salud pública. El Simón Bolívar, centro nacional de referencia en atención de q