La vocación por la enseñanza y la satisfacción por guiar e instruir es, para algunos docentes, “una idea que los sigue impulsando”, frente a las dificultades económicas del país.

Para el profesor de bachillerato, Lewis Caña, “la vida se resume en una búsqueda de que las cuentas cierren a final de mes”.

Por el desafío de los altos costos para mantener un nivel “aceptable”, el licenciado asegura que es “absolutamente necesario” tener una segunda fuente de ingresos.

Considera que la mayoría de sus colegas se dedica a trabajos relacionados con su profesión, como en su caso, que ofrece tutorías personalizadas y a la educación universitaria.

Ejercer la docencia en Venezuela implica segundas ocupaciones y oficios. Así lo considera Annys Granados, licenciada en Recursos Humanos y Educación,

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