En los últimos años, cambiar el color del cabello se volvió una costumbre extendida y casi cotidiana. Desde tonos clásicos hasta los más audaces, como verdes, violetas o platinados, teñirse ya no es solo una cuestión de moda: también se convirtió en una poderosa herramienta de expresión personal. Pero, ¿qué revela esta decisión sobre nuestra psicología y nuestro bienestar emocional?

De acuerdo con expertos, teñirse el pelo va mucho más allá de la estética. Un reciente informe indica que, para muchos, el color se integra a tal punto en la identidad que llega a ser una extensión de la personalidad. Duduyemi, coach e instructora del programa Transformación del Autoconcepto y Poder Personal, sostiene que la elección del tinte es una forma de proyectar valores internos hacia el exterior. No es

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