Un llamado irrumpió en la tarde de Miami y rompió la calma de una rutina instalada desde hacía tres años. Del otro lado, la voz de Giuliano Bacchi : “Che, ¿ustedes piensan volver acá?” Así, una simple pregunta cruzó los kilómetros de distancia y forzó el reencuentro de Rodolfo Samsó , el hombre detrás de Alacrán , con su pasado y con una ciudad a la que tiempo atrás había jurado no regresar tan pronto. El escenario: la expectativa renovada del regreso de ChaChaCha al teatro, casi treinta y cinco años después de aquel primer estallido en la clásica pantalla de la televisión.
La invitación de Bacchi , productor del fenómeno teatral, creció despacio y forzó un viaje: Alacrán volvió a Buenos Aires . Ahora está ahí, ni una ni tres, sino a dos cuadras exactas del Obelisco .