Jaime Cortés Díaz
El Estado continúa perdiendo la guerra. Ya se había advertido la debilidad oficial: replegamiento de tropas, escasez y deterioro en dotación y moral; concesiones al enemigo en los ceses al fuego; retiro de puntos estratégicos de contención y ataque; adquisición por los violentos de tecnología de última generación en armamento, drones capaces de dominar espacios aéreos, derribar helicópteros, dañar instalaciones y causar muertes a servidores de la Patria. A ello se suman 60 asonadas recientes, en las que han secuestrado pelotones y compañías castrenses; desplazamientos de población civil y una logística institucional en crisis, con aeronaves que no despegan y un delictivo deambular binacional con anuencia en ambos lados.
El inmenso emporio criminal se llama narcotráfico: