Durango.— En el tronco de un árbol , donde la mayoría sólo ve vetas, el investigador Julián Cerano Paredes ve una biblioteca climática , una máquina del tiempo, pues cada anillo de crecimiento, más ancho o estrecho, es un testigo del pasado.

A través de ellos, el experto del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias ( INIFAP ) reconstruye la historia ambiental , ya sea la historia del fuego , la sequía o los años lluviosos .

“Es como una estación meteorológica viva que registra todo lo que ocurre a su alrededor”, dice Cerano Paredes sobre los árboles . Su especialidad — dendrocronología — permite interpretar el clima del pasado a través de los anillos de crecimiento de los árboles.

En el laboratorio del INIFAP, en Gómez

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