Cuando surge un conflicto, la verdad no suele estar toda de parte de una persona o grupo. Ambos pueden tener parte de razón, pues cada uno ve la situación desde su punto de vista. De ahí la necesidad de abrirse a un diálogo sincero y desprejuiciado

Comencemos aclarando que el conflicto en sí no es malo. Es expresión de la diversidad de intereses e ideas. Por ello, en cualquier relación surgen los conflictos. Hay conflictos de pareja y con los hijos, conflictos con los vecinos, conflictos en las escuelas y en el trabajo, conflictos políticos. Por ello, debemos aprender a vivir con ellos y asumirlos con actitud positiva. Los conflictos pueden ser oportunidades excelentes para crecer, para aprender, para mejorar las relaciones. La calidad de una institución no se determina por si tiene o no

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